¡Gaby se me adelantó!

En la corta vida de este blog, por primera vez voy a compartir un material -a través de un link- que no es de mi autoría.

Desde tempranas horas del día de hoy, mi madre me habló de una interesante publicación que había leído en Facebook acerca de la manipulación de imágenes durante los lamentables hechos que se están suscitando desde el mes de febrero en mi país, Venezuela.

Pero realmente, como ella tiene una capacidad impresionante para narrar de manera exacta cualquier contenido, ni me picó la curiosidad por buscar ni leer el post.

Hace instantes que ella y yo hemos coincidido en el estudio, cada una con su ordenador, le ha aparecido el trabajo nuevamente en pantalla y me dice -«Mira hija, aquí está de lo que te hablé esta mañana». Mi sorpresa, es que el trabajo lo había desarrollado una de las personas que admiro en las áreas de Marketing y Social Media: Gaby Castellanos.

Muchos se preguntarán, «¿Pero para qué tanta reseña si lo que ésta va a compartir es un link? Y además, ¿A qué se debe el título de esta entrada?

Me explico.
A ambas interrogantes, la misma respuesta. Desde que comenzó el caos de las fotos «falsas», a mi Arleth interior se le movió la curiosidad y se lanzó a utilizar la estupenda herramienta de Google [buscar/reconocimiento de imágenes] que ya tiene su tiempito -creo que desde hace un par de años, incluso-

¿Qué pasó?
En esas sesiones, me topé con irregularidades que además de percatarme de la existencia de reales «sin oficios», lograron levantar mi sospecha de presuntos «laboratorios goberneros»; intuición esta que se nutrió con la expresión -«¡Y caen como moscas a la mierda!», dicha por un colega simpatizante del oficialismo durante una conversación.

Ante ello, con más razón deseaba continuar esta investigación que era parte de un trabajo que poco a poco he ido desarrollando; sin embargo, cuando finalmente mi madre me colocó al frente del ya mencionado post y lo leí con detenimiento, aunado al valioso copilado visual, me dije – «Naaaaaa, Gaby se me adelantó …y de qué manera».

Es un cliché, pero válido para este momento: «Honor a quien honor merece».
Venga una venia para ti, Gaby Castellanos.

Aquí, la publicación Caso Venezuela: La Verdad De Las Fotos Fakes/Falsas